Hortelanos

Don Esteban Sánchez trabajaba las huertas del barrio de Chihuahua y transportaba la mercancía producida para los mercados de Zacatecas y Aguascalientes, él rentaba las tierras a don Felipe Muro, algunos de los hortelanos que trabajaban esas tierras:

Don Gabriel Ortiz.
Don Jesús Ortiz.
Don Pedro Flores.
Don Andrés Gordiano.
Don Reginaldo Sataray.

Y algunos fallecidos son :

Esteban Sánchez.
Isabel Ortiz.
José Salas.
Ramón Alejo.

En estas tierras se producían frutas y verduras como lo que eran:
membrillo, limas habas, chicharos, frijoles, camotes, jicamas, cacahuates, rábanos, cilantro, cebolla, hortalizas, zapote, anona, duraznos y granadas siendo su mayor producción lo que era el aguacate y la naranja.

Todas estas tierras eran preparadas con yuntas y se utilizaban otras herramientas como eran el arado, palas, azadones, el mus, alfanje de dos filos, ganchos de bolso y ganchos de tiron. Pero también las personas trepaban los árboles para bajar la fruta.

Los hortelanos juntaban cuadrillos de gente para cosechar todo el fruto y transportaban la carga en burros y bueyes desde las huertas hasta donde eran la bodega donde se enrejaba y de hay se transportaba a Zacatecas y Aguascalientes en un camión que era de la propiedad de don Manuel Tostado y esto se dejo de transportar cuando don Esteban Sánchez murió.

Una de las principales causas por las que las huertas dejaron de producir frutos fue por que los hortelanos fallecieron y no hubo mas personas que se dedicaron a las tierras pero también el agua se comenzó a escasear ya que se bajaba de la presa que se ubica en la boquilla, el agua era bajada por un canal que se nombraba el canal mayor y se distribuía por medio de sequías a las huertas, donde le daban agua a una huerta todo un día con su noche.

Pero también se abrieron otros mercados y no se pudo competir con otros precios y dejo de ser negocio para la gente de Colotlán.
Efraìn.

Comerciante del mercado

Juana Rodríguez


He trabajado en el mercado empecé aproximadamente en el año de 1954.

En ese tiempo estaba el mercado viejo ubicado en la plaza la que hoy llamamos plaza corona.

A la edad de 14 años uno de mis hijos empezó a trabajar en la panadería que entonces era del difunto Esteban Solano, esta panadería se encontraba dentro del mercado, ahí mi hijo Margarito aprendió hacer pan.


A los 17 años, mi hijo aproximadamente se salió de trabajar para poner nuestro propio negocio, con lo que el sabía empezamos hacer pan ranchero, gordas de cuajada, contamales, yo lo vendía adentro del mercado a un lado de la tienda que llamamos de los leones.

Dentro del mercado había infinidad de puestos desde fruta, caña, verdura, hasta leña, todo esto se sembraba aquí en Colotlán en las huertas, me acuerdo que huerta donde sembraban la caña, estaba a un lado del río, y la leña la traían desde los ranchos en burro venían de: el Sauz Tostado, el Hepazote, Santiago, Cofradía, san Antonio de Lajas y de algunos otros ranchos que ahorita no me acuerdo.

Toda la fruta que vendían la cultivaban los hortelanos eran entonces don Guadalupe Campos, Chabelo Ortiz, Hilario Campos, Victoriano González, Cleofás, Toribio, Eduardo, Ramón Alejo.

La fruta era: membrillo, lima, naranja, duraznos, cidra, cacahuate, camote, jícama, zanahoria, calabaza, repollo, agua cate, cilantro, chile tahualilo.


Parte del chile, y el aguacate que se cosechaba se mandaba a vender a la ciudad de zacatecas, o Guadalajara, ya que aquí era el lugar donde se daba mas.



Me acuerdo que la mayor cantidad de gente que entraba al mercado a comprar era el domingo, era cuando bajaban las rancherías a comprar su mandado para toda la semana.

En nuestro mercado viejo había más gente, garantizábamos la venta por tanta gente que entraba, las instalaciones mucho muy amplias, puestos de todos.


Me acuerdo que hasta en la noche había puestos había quien vendiera hasta leche me acuerdo que la señora se llamaba Cirpiana le decían la tarangila, también estaba un puesto de tacos y lo atendía doña María Luisa.


Ahora sigo vendiendo pero estoy un poco inconforme con las instalaciones del nuevo mercado, porque aquí ya no entra gente a comprar. Ya toda la gente llega a los puestos que están afuera del mercado, por lo menos antes teníamos a la mayoría de gente alrededor de uno pero ahora ya no hay quien no volteé a ver.


Ahora en día en el nuevo mercado existen locales pero nadie los usa para vender mejor los tienen llenos de cosas y rejas, los usan para bodegas, hasta los mismos comerciantes que entre semana están adentro sacan sus puestos el domingo para la calle porque la gente ni siquiera entra.

Yo preparo hasta dos chiquihuites de pan para vender el domingo en el mercado, y me voy a mi casa veces hasta con mas de la mitad de todo lo que traje, se me hecha a perder y lo tengo que tirar.

La competencia esta ya muy dura ya existe quienes venden pan, desde Santa Maria de los Ángeles hasta el Refugio.

Yo tengo una nuera ella se llama Josefina también dedicada hacer pan, polvorones y quesadillas de chile rojo, igual que yo tenía su puesto dentro del mercado, ya no le funcionó, mejor anda en las calles ofreciendo sus quesadillas para sobre vivir.

Mi hijo Margarito quién me ayuda hacer el pan ya ni le puedo pagar porque ya no completo ni lo que gasto en material.


Ignoro de quién fue la idea de hacer otro mercado, yo como comerciante y mis otros compañeros aceptamos a firmar un papel que nos dieron, no dijeron que iban hacer una plaza con bancas, en ningún momento se nos dijo que el mercado lo iban a cambiar.

En nuestro nuevo mercado nos cobran hasta la pintura para darle mantenimiento, porque ni siquiera el ayuntamiento que sale y entra se asoma a ver cuales son las necesidades que tenemos, pero eso sí andan en sus campañas políticas y van a pedirnos el voto y a prometernos que nos van a dar solución.


Una de las soluciones que nosotros pedimos es que los puestos que están en la calle se establezcan adentro del mercado, para que así tengamos todos venta, pero nadie nos hace caso.

Ahora hasta los puestos que se ponen en la plaza hagarran el mercado de bodega ellos lo utilizan para guardar las varillas de los puestos.
Juanita Alejo Santillan

Mercado y comerciantes

En 1914 fue construido el que fuera el Mercado Municipal, ubicado al oriente del Jardín Corona, por el Coronel Anselmo Díaz de León. Fue una serie de locales tipo puestos que estos estaban compuestos por dos filas de norte a sur y que albergaban carnicerías, fruterìas, jarcierìas, panaderías, huaracherias, cenadurías, etc.

Los puestos estaban ubicados de la siguiente manera: El primer puesto estaba en dirección a lo que ahora es la zapatería del Refugio con un puesto de panadería del señor Eugenio Martínez quien fuera panadero toda su vida, esta persona cambio su panadería cuando el mercado fue demolido, a donde se encuentra ubicada la ferretería del señor José Luis de León, enseguida estaba la carnicería de don Pedro Quezada, enseguida otra carnicería de José Álvarez, después un puesto de abarrotes del señor José Dávila Ávila, otra carnicería de don Isauro Huerta, le seguía otra carnicería de don Auxilio Pérez enseguida estaba un arco, después un puesto de verduras de don Juventino Rivera, le seguía una tortillería de don Antonio Flores, esto era por la primera sección de puestos.

Por la segunda sección de puestos iniciaba con una huaracheria de don Avelino Pinedo, después otra de don Mariano Pinedo quien fuera Primo de don Avelino, le seguía otra mas de Lino Álvarez, seguía una cenaduría de Luisa Rodríguez, le seguía otro puesto de Sofía Pinto en el cual vendían artículos religiosos continuaba otro arco de entrada que quedaba frente al súper, enseguida estaba un puesto de legumbres de Benigno López, después un puesto de comida, después un puesto de verduras del señor Vázquez, enseguida una talabartería del señor Amado Núñez quedando a la entrada del templo por un costado. Estos eran mas o menos los puestos que estaban en ese tiempo.

Estas personas estuvieron establecidas hasta la demolición del mercado Corona Algunos de estos locatarios pasaron ha ocupar los locales del mercado nuevo llamado “Mercado Hidalgo”, el cual se construyo en el año de 1974 en la administración del señor Refugio Raygoza Pacheco, y sé amplio en el año de 1980, periodo presidencial del señor Fabio Alonso Ruiz Ortega.

Información proporcionada por el señor Daniel Ortega Márquez.

ALGUNOS COMERCIANTES DEL ANTIGUO MERCADO

Señor Isauro Huerta:
Carnicero aproximadamente desde el año de 1965 quien tuvo su carnicería en el mercado corona a la cual le puso por nombre “La Guadalupana” esta persona tenia un empleado de nombre Javier Robles Robles, a quien dejaba encargado de la carnicería cuando el se iba a trabajar a los Estados Unidos Americanos, don Isauro Huerta trabajaba de brasero y así combinaba la carnicería con las braceadas hasta que en 1976 le vendió su carnicería al señor José de Jesús Navarro a quien apodaban el “Güero Navarro” quien le dejo el mismo nombre a su carnicería el de la Guadalupana. Después el señor Isauro Huerta se fue a vivir a Momax Zac. En el año de 1976 donde tenia una tienda de abarrotes y todo lo relacionado con papelería, ferretería, ropa y calzado de todo se encontraba en esa tienda. En el año de1986 se fue a radicar a los Ángeles California, hasta que falleció estando pensionado en el año del 2002, fue trasladado a su tierra natal y sepultado en el panteón de Guadalupe en el sepulcro donde se encuentran los restos de su padre don Mauro Huerta R.
Entrevista dada por la Maestra Anita Huerta Navarro (hija de don Isauro Huerta).



Auxilio Pérez.
Carnicero toda su vida, quien fuera hijo del señor Agapito Pérez también carnicero. El señor Auxilio Pérez tenia su carnicería en el mercado antiguo aproximadamente desde que inicio el mercado, y al demoler este mercado el fue uno de los locatarios que se cambio al otro mercado, ocupando el local en el que ahora se encuentra el señor Adiel Saldaña con un puesto de birria. Ahí en ese local estuvo hasta que se enfermo y después falleció en Julio de 1976
Entrevista dada por Martín Pérez Sataray (Nieto de don Auxilio Pérez)


A estas personas les mataban sus animales en el rastro que se encontraba ubicado en la calle paseo no. 42 antes del año 1929, que es propiedad actualmente del Medico Veterinario Alberto Navarro Ortega. En este rastro trabajaban como matanceros los siguientes señores: José de Jesús Pérez Pinedo quien al parecer trabajo ahí desde la edad de 7 años empezó a trabajar lavando las tripas y limpiándolos cueros y las patas de los puercos, poco tiempo después era uno de los mejores matanceros en ese rastro se dice que llegó ha matar hasta 32 puercos en un día el solo, cuentan que se mataban hasta 200 puercos diarios y más que nada esa carne se vendía fuera de aquí, a la ciudad de México llevaban mucha carne. A otra persona a quien le mataba era al señor Rosendo Quiñónez, al parecer este señor hacia mucha carne adobada, chorizo, y longaniza y la mayoría de esta la vendía fuera de Colotlàn, Otra de las personas que se dedicaba a hacer carne adobada, chorizo, longaniza, carnitas chicharrones, manteca y carnes frías era don Jesús Sánchez quien también la vendía fuera de Colotlàn.
Otros de los matanceros que trabajaron en el antiguo rastro fueron José Inés Pérez Pinedo, Luis Mesa, Vicente Mesa, Ignacio Gallegos, y Antonio Chávez
Algunos de estos matanceros siguieron trabajando en el actual rastro municipal el cual entro en operación en el año de 1961.
Estos informes fueron dados por la señora Esperanza García Hernández y el señor Javier Pérez García (esposa e hijo del señor José de Jesús Pérez Pinedo).



Lino Álvarez.
Huarachero tubo su huaracherìa en el mercado corona desde que inicio el mercado, después al ser demolido en el año de 1974 se cambio a la calle de niños heroes donde rentaba un cuartito propiedad de Federico Valdez donde entubo su huaracherìa por dos años, después se cambio a donde esta ahora la refaccionaría de los señores Iturriaga estando establecido ahí hasta que falleció en el año de 1993.
Entrevista dada por Angélica Álvarez ( hija del señor Lino Álvarez)



Avelino Pinedo Ramos.
Este señor trabajo en el mercado corona de huarachero, teniendo su propia huaracherìa entubo establecido hasta que demolieron el mercado mas o menos en el año de 1974, el fue una de las personas que ya no se cambio al actual mercado, después de ser demolido el antiguo mercado, trabajo en el agua potable, el se cargaba de bombioar el agua, decía la gente que el era el bombeador, hasta que el agua paso a ser parte del municipio.
Trabajo dos periodos mas en el agua municipal en el periodo del señor Fabio Alonso Ruiz Ortega 1980-1982 y en periodo del Ing. Javier Ávila Mares 1983-1985.
Después puso una cantina llamada “bar el viejo” y ahí entubo trabajando hasta que falleció en el año de 1994.
Información dada por la maestra Galinda Pinedo (hija del señor Avelino Pinedo)

Mariano Pinedo.
Este señor era cuñado del señor Avelino Pinedo, y también estuvo establecido en un local de los del antiguo mercado, trabajaban como en sociedad. Al ser demolido el mercado este señor siguió trabajando en su casa haciendo huaraches y vendiéndolos, combinaba el trabajo de los huaraches con la música porque el tocaba en una orquesta llamada “Orquesta Musical Olímpica” y así trabajo la música combinada con los huaraches hasta que falleciera a causa de una embolia fulminante, un 15 de mayo de 1985. Al parecer todas las huaracherias se quitaron al ser demolido el antiguo mercado, algunas estableciéndose en otros locales pero ninguna continuo en el mercado Hidalgo.
Información dada por la maestra Galinda Pinedo (sobrina de don Mariano Pinedo).

Sonia G. Navarro Perèz



Recuerdos del mercado y las huertas

Yo recuerdo cuando el mercado estaba ubicado al oriente del Jardín Corona, entre los cuatro arcos de cantera, que marcaban las entradas principales al mismo. Había un pasillo principal por en medio, de norte a sur y puestos por ambos lados. El primer puesto iniciando por el arco de la calle Morelos, era el negocio de choco miles y jugos de la señora Juventina Mares quién aproximadamente empezó su negocio en 1970 y en 1977 se cambio al mercado nuevo, durante mucho tiempo le ayudó su hija Yaneth, pero como se casó ahora le ayuda una muchacha, también vende cassetes y discos compactos. En seguida estaba una panadería que en aquel tiempo el dueño era un señor llamado Don Eugenio Martínez papá de la maestra Auxilio Martínez A. El frente del negocio estaba precisamente en frente de la farmacia modelo de la familia Vázquez Felguerez. Esta panadería se reubicó en la esquina de Niños Héroes y Cuahutémoc donde actualmente se encuentra la Ferretería Colotlán del señor José Luís de León, pero desafortunadamente este señor murió y ya nadie de la familia siguió con la panadería que por cierto vendía un pan muy sabroso. Mas adelante seguían otros puestos que no recuerdo los dueños.

A medio mercado estaba ubicado el puesto mas grande en frutas y verduras; granos y semillas de Don Juventino Rivera, (finado) pero sus hijos siguen en el mercado son de los comerciantes con los puestos mas grandes y surtidos. Ellos surten a los puestos mas chicos trayendo la fruta y verdura de Guadalajara o de Aguascalientes. Tengo entendido que vendían muy caro por lo que otros comerciantes empezaron a vender o surtir fruta, verdura y abarrotes en general a precios mas bajos y empezó a extenderse el comercio ya en la actualidad existen tiendas grandes por la competencia los precios bajaron en la mayoría de los productos.

Enfrente de este puesto se ubicaba la fonda de doña Lorena era muy joven cuando inicio con esta fonda esta persona es del Carrizal localidad a unos 30 kilómetros de aquí de Colotlán, muy famosa por sus platillos tradicionales, al quitar el mercado se reubicó en donde ahora tiene su restaurante que está a un costado del Templo de San Nicolás llamado Lorena. También estaban las carnicerías de Don Simón Navarro, la del hermano que le decíamos el güero Navarro son las únicas que recuerdo. También había una tienda de abarrotes, frutas y verduras que por cierto se distinguía por ser el negocio mas bonito de Don Jesús Sánchez, después siguió con Jesús Sánchez hijo este negocio estaba enfrente de la ferretería Colotlán y al reubicarlo ellos ya no siguieron con el negocio. Estos eran algunos de los puestos o negocios establecidos.

También existían y existen puestos ambulantes como por ejemplo las personas que venden pan de chiquigüite, hay una señora Doña Chagua (centenario #24) que tiene mas de 50 años haciendo y vendiendo pan, semas de trigo, contamales, quesadillas de chile, gorditas de maíz colorado y de cuajada, etc. ahora sus hijos y nietos le ayudan.
hay personas que les ayudan solo a vender una de las personas es doña Lupe Salas.

Otra pareja que hizó este pan por cerca de cincuenta años, eran la señora Juanita Rodríguez y su esposo don Ramón Meza (finado), quién tocaba el violín en las danzas de los festejos de los santos de nuestra comunidad. Ahora sus hijos son los que trabajan en el negocio.

Otras de las familias que tradicionalmente han confeccionado el pan de chiquigüite, son los Saldaña, entre ellos Felipe y sus hermanos. Sus puestos los tienen también en el mercado en la entrada por Niños Héroes.

En el mercado también hay puestos ambulantes que únicamente venden los domingos, frutas y verduras sembrados y cosechados aquí en Colotlán y sus alrededores.

Al parecer el mercado viejo funcionó desde 1915 hasta 1973 aproximadamente.

El nuevo mercado lo empezaron a construir en 1971 en el gobierno del presidente municipal Lic. Antonio Sánchez de León ( finado) y en una segunda fase se terminó en el gobierno municipal de Don Refugio Raygoza y fue inaugurado y puesto en servicio en el sexenio del Sr. Gobernador del Estado Lic. Flavio Romero de Velasco 1977-1983.

NOTA: aquí las fechas no coinciden porque en el libro la Historia de Colotlán, dice que fue inaugurado en 1971 y algunos comerciantes dicen que en 1973 y otras más en 1977.

Actualmente el mercado se ubica en la calle Cuahutémoc con una entrada al interior por esta misma calle, otra por la calle Niños Héroes y otra mas por la calle Abasolo donde venden actualmente un rico menudo de res. Hay locales en el interior y también por el exterior. En las entradas del mercado están ubicadas las personas que actualmente venden pan, gorditas de maíz crudo, gorditas de cuajada, con tamales, semas de trigo, quesadillas de chile, gorditas rellenas de frijoles con chile. Todo esto hecho por personas originarias de aquí de Colotlán y claro también viven aquí.

También hay personas que nos venden los ricos nopalitos ya sea criollos o de castilla. Cuando es tiempo de nopales aquí en el pueblo que por cierto se empiezan a vender en la cuaresma empezando por el miércoles de ceniza.
Hay una familia que vende pollo en el interior del mercado, que también prepara un rico mole llamado pipían. De lunes a sábado vende en el interior del mercado y los domingos vende afuera del mercado.



Se me ocurrió visitar a mi papá, el señor Andrés Vásquez Solís (centenario #26) y cual fue mi sorpresa cuando me platicó que él fue comerciante en pequeño en el antiguo mercado, sus padres el Sr. Evaristo Vásquez Torres y la Sra. Maria de los Ángeles Solís Martínez, ( mis abuelos) quienes vivían en una huerta (propiedad actual del expresidente el Sr. Jesús Alejo M. Antes era de su papá Don Guadalupe Alejo ) sembraban papas, camotes, jícama, habas, cebollas, ajos garbanzo, chicharo, trigo , lentejas, había también naranjos, limas, naranja-limas, limones, sidra, guayabos, granados, maguey para sacar aguamiel, nopales, tunas, duraznos, y flores como: gardenias, gladiolas, margaritones, dalias, rosas, etc. Mis abuelos como tenían la huerta a medias lo que les tocaba a ellos era para autoconsumo y trueque. Las flores las vendía mi papá en el mercado los domingos, desde 1942 a 1949 mi papá tenía 7 años de edad.

Mis bisabuelos el Sr. Pantaleón Solís y la Sra. Navor Martínez, también tenían huertas dos de ellas están ubicadas en:
Una por la calle Hidalgo esquina con el bordo del río, que colinda con las huertas de Jesús Alejo M. Actualmente es un lote. La otra en la esquina de la calle V. Guerrero con C. Allende también es un lote propiedades de mi papá. Ahí sembraban caña y esta la vendían a Jerez, Fresnillo y Zacatecas.

También fui a platicar con el Sr. José de Jesús García Villalobos y su esposa la Sra. Maria González, (centenario #36) ellos actualmente venden pollo fresco se los traen de Tlaltenango, Zac. Tienen aproximadamente 30 años vendiendo pollo. Y también venden hortalizas producidas por ellos mismos. El Sr. Librado García Ortiz y la Sra. Soledad Villalobos Gordiano, padres de Don J. De Jesús García, ellos tenían sus huertas en el barrio de Chihuahua cerca de la capilla y al otro lado del río la huerta se llama El Nogal desde 1914 él ya sembraba en esas huertas, caña, trigo, garbanzo, chicharo, jícama, camote, habas, cilantro acelgas, cebollas, ajo, chile, rábanos, repollo, lechuga, frutas como naranja, aguacate, lima, y flores margaritón y bola de hilo.

Desde 1915 que se construyó el antiguo mercado vendían en el mercado todos los días y otra parte lo vendían a Jerez, Fresnillo y Zacatecas. La caña la mandaban a Torreón y Ciudad Juárez, Chih. Colotlán en esos tiempos era muy productivo y una muy buena plaza.

Estas huertas se regaban con agua rodada que venía por sequías del río Colotlán, ahora se riega con la presa de Tenasco.
Actualmente todavía conservan esas huertas las heredo de sus padres y aún siembras hortalizas como acelgas, habas, rábanos, cilantro, ajo, cebollas y flores. Y las venden en el mercado ellos están ubicados por la entrada de la C. Cuahutemoc.

Según platicas de varios comerciantes y en su mayoría coinciden con la información: existían otros 2 arcos a la mitad del mercado uno enfrente del súper y el otro por el lado de la plaza en la misma dirección. Que fueron demolidos en la remodelación del jardín Corona de un día para otro desaparecieron según cuentan que porque les quitaba visibilidad al Súper Delmor’s.

El Sr. Mauro Huerta (finado) papá de Don Luis Humberto Huerta, en aquel tiempo trabajaba en el rastro, pero el tenía su propio rastro en la calle paseo # 9 donde actualmente vive su hijo. como introductor de ganado, el vendía manteca, chicharrones y carnitas y la enviaba a la Ciudad de México y a otras ciudades. Don Luis Humberto Huerta comenzó con su carnicería Aproximadamente en 1960 en el mercado viejo y en 1977 se reubicó donde están actualmente por niños héroes.

El rastro municipal se ubicaba por la calle Zaragoza esquina con paseo.

Había varias carnicerías una de Don Auxilio Pérez (finado) papá de Don Proto Pérez (finado) y actualmente los hijos tienen su carnicería por la calle hidalgo. Una mas de Don Pedro Quezada tío de Don Nacho Quezada famoso por su talabartería. Otra mas de Don José Álvarez (finado) papá de Don Jesús Álvarez que el ya no siguió con ese negocio. Una más de la familia Quiñónez todas estas carnicerías estaban ubicadas enfrente de lo que ahora es el súper y la caseta de teléfono que están actualmente enfrente del jardín.

Otros comerciantes fueron Don Benigno López (finado) papá de Don Benigno López Álvarez él vendía unos famosos amoles que servían como jabón para lavar la ropa y para lavarse el pelo, también vendía peines para lavar los metates, chiles secos y algunas verduras. Había una jarcería del Sr. Godina que actualmente la tiene en la esquina de la calle Zaragoza y niños héroes. Otro negocio del Sr. Daniel Sierra (finado) tío de Don Pedro Sierra (finado) y de Don Jesús Sierra que el actualmente toca en un tamborazo.

Una de las personas que sembraba por los años 1900 era Don Benigno Cárdenas ( finado) él sembraba camotes, jícamas, cañas, cacahuate, rábanos, cilantro, chile, jitomate, cebollas, ajos, elotes, lechugas, acelgas, habas, garbanzo, manzanilla de huerto, té de limón, etc. también tenían árboles frutales producía y vendían todos los días, sus terrenos de siembra los tenía en el barrio de las Canoas papá del Sr. Don Rafael Cárdenas, (centenario # 38) que nació en 1916 desde 1925 comenzó a trabajar con su papá y al morir su padre el siguió con las siembras que actualmente vende los domingos en el tianguis cacahuates, cilantro, rábanos, calabacitas, elotes, etc. Y todos los días vende cacahuates tostados en la esquina de la calle Zaragoza y Centenario .

A Don Rafael actualmente le ayuda uno de sus hijos porque él ya esta muy grande y ya no puede o no debe cansarse mucho, pero él desea seguir siendo útil y pide ayuda a su hijo, a sus amigos para que le ayuden a llevar su puesto los domingos al tianguis.


Me platicó que en 1925 hubo un diluvio que duró 40 días con sus noches y las huertas que tenían cañaverales que estaban cerca del río pues la creciente se lo llevo en parte y otra quedo aterrada, arranco árboles y se llevo algo de cosecha.

La caña que se producía por los alrededores se las compraba un señor llamado Manuel de León y este a su vez la mandaba a Ciudad Juárez. Había muchas huertas en ese entonces en la boquilla , en Santa Maria de los Ángeles, Santiago Tlaltelolco y Colotlán eran grandes cañaverales

Una de las personas que vende nopales en una de las entradas del mercado es la Sra. Victoria Rodríguez originaria de Colotlán y vecina de Santiago Tlaltelolco. Ella tiene aproximadamente vendiendo 35 años empezó en el viejo mercado, también sembraban hortalizas en Santiago ahora ya no porque ya no tienen riego.

En temporada de nopales criollos pues los corta del cerro, los limpia, les quita las espinas y los corta en cuadritos y en tiritas un día antes y al día siguiente viene a venderlos aquí al mercado, todos los días vende. Cuando ya no hay nopal tiernito corta pencas gruesas les quita la piel y saca corazones.

Cuando se terminan los nopales del cerro, pues entonces compran por rejas el nopal de castilla, lo traen de fuera ya sea de Zacatecas o Guadalajara, en estos días se los están trayendo de tabasco, Zac. Hay temporadas buenas, regulares y malas. Es como todo. La mejor temporada es esta la de cuaresma. Y el tiempo de calor.

Cuando hace mucho frío se vende poco, como son frescos mucha gente no come nopales en tiempo de frío. Siembra cilantro para darles a los clientes que le compran nopales. Pues de esta información aprendí mucho porque ignoraba que aquí en Colotlán se sembrara lo que el pueblo consumía y se vendía fuera de aquí.

Actualmente hay comercios nuevos como el de los señores que venden gorditas de carne con chile, ellos tienen aproximadamente 10 años en el interior del mercado y otra familia que también vende comida corrida y económica.

Leticia Vásquez Díaz

Arquitectura en Colotlán


En el desarrollo arquitectónico de la zona norte de Jalisco se aprecian tres épocas: la fundacional, que abarcaría los primeros cincuenta años de colonización; la etapa intermedia que incluye construcciones del siglo XVIII y que en algunos casos se concluyen hasta los primeros años del siglo siguiente; y la última etapa iniciada hacia 1840 y que concluye en el mediodía del Porfiriato. De la primera son las construcciones franciscanas de las que quedan solamente cimientos y algún arco y uno que otro edificio. Lo más notable que se conserva es la Capilla de San Lorenzo, en el barrio alto o de Tochopa y el adoratorio detrás de lo que fuera la capilla de la Nuestra señora de los Dolores, en el centro o Nueva Tlaxcala, en Colotlán. De la segunda etapa se conservan la iglesia de San Nicolás y la de San Luis Obispo.

La capilla de San Lorenzo fue construida entre 1591 y 1594, con un amplio atrio al frente; en la fachada ostenta su puerta principal y ventan del coro enmarcadas en cantera labrada con formas sencillas, se remata con una espadaña de cantera a manera de campanario. Lo más interesante es su interior, con su techo de vigas transversales que se apoyan en las mensulas de madera; el presbiterio es de planta poligonal con el techo más alto que la nave y con una claraboya que hoy se encuentra tapiada y que iluminaba el altar. El sistema de vigas de soporte del techo conocido como terrado y la iluminación natural del altar fueron muy empleados en las iglesias misionales de la alta pimería de los actuales estados de Sonora, Chihuahua y Nuevo México, por lo que se supone que la capilla de san Lorenzo es un antecedente de la arquitectura misional del norte de México y sur de Estados Unidos. La capilla guarda en la sacristía una de las pinturas religiosas más significativas de la ciudad, es una representación del purgatorio, el cielo y el infierno pintados al óleo. La pintura esta dedicada a la devoción de san Roque y esta fechada en 1824, siendo ilegible la firma del autor; lo singular de esta obra se encuentra en la composición, que conserva las característica de la pintura colonial además de la representación antropomorfa de la santísima Trinidad que estuvo prohibida por la inquisición. Su composición esta dividida en tres planos, el superior es de mayor dimensión y esta ocupado por las referidas imágenes de la Trinidad, además de san José, la virgen, san Francisco y otro santo franciscano.

Arquitectura en Colotlán


El templo de san Luis Obispo fue proyectado para ser la joya más brillante de la región. El 11 de febrero de 1774, don Joseph Santiago Belís, gobernador del Barrio de Tlaxcala, el cura Miguel Antonio Gómez y el maestro de arquitectura Raphael de Hernan, dirigieron una rogativa al obispo Alcalde en la que le informaban del mal estado en que se encuentra la iglesia parroquial:

Por estar desplomándose y amenazando ruina por su mucha antigüedad, y débil construcción. Por lo que, y tener paraje contiguo de más extensión y comodidad en que fabricar nueva iglesia parroquial ocurro a la característica y devota conmiseración de v. Exa. Suplicándole se digne conferirnos la superior licencia para la dicha fábrica la que a expensas de nuestro sudor y trabajo concurriremos gastos hasta su total perfección todos los hijos de los pueblos sujetos a este curato. Archivo del arzobispado de Guadalajara. Colotlán, carpeta 2,f.4.

La licencia fue concedida por el virrey Antonio María de Bucarelí y ratificado por el obispo alcalde el 7 de junio de 1774; la iglesia se comenzó a construir y siguió un ritmo normal durante los siguientes 10 años, en 1790 don Félix Calleja informa lo siguiente:
En Colotlán, la iglesia es muy regular y muy bueno su ornamento, cada uno de los dos arrabales tiene su iglesia particular, decente y en buen estado. Hay empezada y bastante adelantada una muy grande y demasiado costosa, fabricada de piedra que hace cinco años que se suspendió su obra por falta de dinero, si se concluye podría aprovecharse la antigua en hacerse de ella granero publico y escuela de primeras letras, que ni uno ni otro hay en el pueblo.

De esta iglesia se llegó a levantar la portada principal de estilo barroco a imitación de la de Zacatecas, la penuria económica de la región y la falta de iniciativas prolongó la suspensión de la iglesia por años, en 1820 el cura Ignacio Suárez reporta que los pocos recursos de la parroquia los emplea en la construcción de la Nueva Iglesia.

En 1839 el párroco José Tadeo Suárez informó al obispo de Guadalajara que con los mil pesos existentes en la parroquia se proponía continuar con la iglesia de piedra comenzada hacia muchos años, para lo cual la gente se había comprometido a ayudar, unos con trabajo personal, otros con dinero y otros con materiales. El impulso definitivo para su culminación lo dio en 1849 el padre basilio Terán recién llegado a Colotlán como vicario cooperador del notable cura don Andrés López de Nava; el dinámico padre Terán se dedico a hacer mejoras materiales en el pueblo y a acelerar la construcción del templo, el cuál estuvo concluido en 1862. El nuevo alarife don José María Martínez, consideró que la fachada de estilo barroco a medio construir debería de ser sustituida por algo sobrio y moderno, y tomó el esquema neoclásico difundido en México desde la fundación de la Academia de san Carlos. El diseño interior y exterior del templo son de estilo clásico, el frontispicio es de tres cuerpos limitados por pilares rematados con capiteles jónicos, el primer cuerpo es el de mayor altura y enmarca la puerta, en el segundo disminuye la altura y enmarca la ventana del coro, el tercero es el más pequeño y al centro se encuentra un nicho con la escultura de san Luis Obispo de Tolosa; remata con un frontón triangular. Las entradas laterales son sencillos pórticos formados con pilastras de capitel compuesto, que terminan con un entablamento de orden corintio. En el interior destaca el ciprés de forma cuadrada con dos cuerpos, la decoración pictórica y el mural con el tema “La expulsión del paraíso terrenal” realizado por Gerardo Martínez en 1942; la cancelería interior que protege las entradas está hecha de madera tallada que recuerda la filigrana de la plata y la cantera tallada. La empresa del padre Terán no era perfecta, el frontispicio presenta problemas de simetría y el campanario esta inconcluso; es sin embargo, un testimonio material de las aspiraciones estéticas de una comunidad y de la información que los alarifes tenían ene se tiempo.

Arquitectura en Colotlán


El templo de san Nicolás es un ejemplo de la arquitectura alejada de los cánones metropolitanos y más interesada en solucionar las necesidades colectivas. En el lugar que ocupa actualmente la Iglesia de san Nicolás estuvo la primer capilla que hubo en la región, y las crónicas cuentan que una inundación y la feracidad de las hormigas destruyeron los cimientos provocando su destrucción en 1826; en ese mismo año se comenzó la construcción actual en la que encontramos esa nueva arquitectura propuesta con una base academicista flexible en cuanto a la incorporación de estilos, así la fachada principal del santuario de san Nicolás de orden clásico con sencillas pilastras jónicas dóricas que se repiten en un segundo cuerpo, enmarcan la puerta principal y la ventana del coro, cuyos arcos de formas lobuladas hacen referencia al estilo gótico y, como remate, un frontón aguzado con un nicho y una claraboya. Esta combinación es precisamente una característica de la arquitectura realizada en nuestro país después de la independencia; tiene su origen en una revisión de los estilos arquitectónicos o más bien dicho una adaptación de lo conocido y lo que se creía como funcional para aquellos lugares. Como obra terminada la iglesia de San Nicolás Tolentino es un conjunto que destaca por su intención de originalidad, el alarife constructor de la obra busco armonizar de manera novedosa diversos elementos de arquitectura religiosa, entre los que destacan los arcos lobulados de puerta y ventana enmarcados con sencilla arquivoltas y que con el remate se asemejan a ala arquitectura gótica primigenia. Con este esbozo se introduce en la región el estilo neogótico.

Arquitectura en Colotlán
















El mediodía arquitectónico del Porfiriato en Colotlán es posible encontrarle en los portales y casas que rodean el centro de la ciudad. En estas construcciones el uso de cantera en las fachadas es un elemento primordial de su ornamentación. La tradición de los portales en los pueblos, villas y ciudades del nuevo mundo tienen su origen en las ordenanzas del Felipe II para descubrimientos, nuevas poblaciones y pacificaciones, del 3 de julio de 1573 y posteriormente incorporadas a las “Leyes de indias” expedidas en 1681, y que señalan que las cuatro calles que salen de la plaza “tengan portales para la comodidad de los tratantes que suelen concurrir”.
El portal Morelos en Colotlán es una arquería sencilla con vigas de madera que sostiene el techo, piso de barro cocido y arcos de medio punto sostenidas por pilastras de orden toscano. Su mayor mérito son la sobriedad y sencillez que destaca la belleza de la cantera rosa. Los marcos y cantera de puertas y ventanas son una característica en Colotlán, los hay sencillos y también de entablamiento completo esto es con su arquitrabe, friso y cornisa; los interiores son siempre corredores que rodean un patio principal en cuyo centro o a un lado se encuentra el brocal de un pozo. Y al fondo de la casa un patio y las caballerizas construidas con piedra y cantera.

Fuente Artículo de: Arturo Camacho Becerra.

El Arte del Piteado





El piteado o pitiado como se le conoce coloquialmente, es una técnica de bordado sobre cuero, de la cual se sabe con certeza, que se practica en Colotlán desde la segunda década del siglo XX y que le ha reportado al municipio grandes beneficios, económicos y culturales, sin embargo no existe ninguna investigación histórica seria que nos permita conocer con toda seguridad sus inicios, sus precursores y el derrotero que ha seguido dicha técnica a lo largo de su historia.

Se sabe que el piteado se ha desarrollado en forma paralela a la charrería mexicana, el mariachi y el fenómeno social musical llamado "la quebradita" dado que todos ellos han utilizado en la composición de su atuendo el trabajo del piteado, principalmente en forma de cintos y monturas.

Además es notorio que existe una estrecha relación entre los paisanos mexicanos que habitan en el otro lado, y la subsistencia de la artesanía del piteado, pues ellos se han constituido en uno de los mercados principales para este producto de lujo. Los paisanos con su nivel de vida superior al de los mexicanos que habitamos de este lado, pueden acceder fácilmente a los productos piteados de gran calidad, en tanto que para los mexicanos de por acá, resulta un verdadero lujo.

El presente trabajo es una breve recopilación de citas y hechos históricos relativos al trabajo del piteado que no despeja ninguna duda, sino por el contrario hace el señalamiento de la necesidad perentoria de realizar ese trabajo de investigación, sobre este precioso trabajo artesanal que se ve seriamente amenazado por una competencia desleal, ante la incapacidad organizativa de los artesanos colotlenses por defender y ofertar su producto.



Talabartería, la palabra como tal proviene de talabare, que significa pretina o cinturón, ordinariamente de cuero, que ciñe la cintura, y del que cuelgan los tirantes de que va prendida la espada.

Talabartería, en las artes y oficios se ocupa de hacer albardas, sillones, lomillas, tiros, zufras, cabezones, tirantes etc.

Los arreos o guarniciones que entrega el talabartero, se diferencian de los del guarnicionero, en que en este los cueros son más finos, la obra más delicada y mejor concluida.

La palabra "pitiado", proviene de la materia prima con la cual se realiza el bordado sobre la piel: la pita

A la llegada de los españoles a la región hacia 1529 encontraron que los indígenas nativos estaban menos desarrollados que aquellos otros del centro y sur del país, sin embargo utilizaban las pieles de los animales de la región para cubrir sus cuerpos y fabricarse calzado rudimentario, tal y como se menciona en la siguiente cita.

Phillipe W. Powell, en su libro La Guerra Chichimeca, señala lo siguiente:

“La desnudez fue la característica chichimeca más frecuentemente mencionada por los españoles; este aspecto de la vida del indio americano había causado la mayor admiración e interés desde los tiempos de Colón. Habitualmente, no llevaban ninguna prenda; cuando mucho, los hombres a veces llevaban un puñado de hojas sobre los genitales, y las mujeres se cubrían con pieles de la cintura a las rodillas por delante y por detrás. (…..) así como ocasionales huaraches con suela de cuero completan, virtualmente, la descripción del atuendo chichimeca.”

Los indígenas del centro del país, los tlaxcaltecos tenían una cultura más desarrollada, se vestían con telas de algodón, cultivaban sus alimentos, criaban sus animales y conocían más artes y oficios que los chichimecas, por ello el virreinato decidió utilizarlos en la conquista de los indómitos chichimecas junto con los frailes y sacerdotes, dado que el sometimiento por medio de las armas, había dejado desastrosos resultados.

Hacia 1591 el Virrey Luís de Velasco envió casi un centenar de familias tlaxcaltecas, a pacificar a los chichimecas de la región de Colotlán y a enseñarles a cultivar las tierras y algunos oficios. A estos colonizadores les fueron concedidos privilegios especiales, de los que no gozaban ningún otro indígena del centro del país e igualmente los utilizaron para atraer a los aborígenes a la causa española para ello les concedieron privilegios especiales en forma de títulos nobiliarios y comisiones militares; extensa concesión de licencias para uso de equipo militar español, especialmente caballos y espadas; protección militar española; regalos; exención de tributos y servicios.

Don Lucas Tellez quien fundo la primer colonia española en el barrio de Tochopa y marco así el asentamiento de los españoles en la región, se cree que fue quien adiestro a los indígenas en el uso del caballo y todo lo concerniente al mismo. Quizás aquí nació la primera necesidad de trabajar la piel para elaborar los aparejos de los caballos y algunos artículos de vestir.

Phillipe W. Powell, en su libro La Guerra Chichimeca, señala lo siguiente:

"Los soldados españoles en la frontera chichimeca pocas veces contaban con buen equipo y abastecimiento. La defensa del Caribe, de las Floridas y las Filipinas requirió mucho equipo, urgentemente necesario en el país chichimeca. Había una escasez crónica de arcabuces, cotas de malla y caballos. La mala paga de los soldados no era la única causa: el factor esencial era la falta de sistema para conseguir equipo en España y en la ciudad de México. Con excepción de caballos, cotas de cuero y escudos, casi todo había de procurarse por medio de la capital virreinal

La cita anterior nos dice que de alguna manera en la región se creo la capacidad de confeccionar artículos en piel, lo que les garantizaba su aprovisonamiento a los soldados españoles encargados de resguardar las fronteras y los cargamentos de plata.

Señala D. A. Brading en su libro Mineros y comerciantes en el México Borbónico (1763-1810)
En 1632, las dos terceras partes del mercurio que consumió la minería se distribuyeron en el norte, comprendiendo a Guanajuato y Zacatecas. Esta preponderancia de la zona norte en la riqueza minera fue el factor que en realidad hizo que se iniciara allí la colonización, ya que pronto cada grupo minero se vio rodeado por un grupo de haciendas que dependían de él. La mayoría de estas fueron organizadas por empresarios mineros que necesitaban grano para sus jornaleros y para sus mulas, así como madera, cuero y otras materias primas para las minas. La prosperidad de las haciendas del norte siguió de cerca los pasos del progreso de la minería.

No debemos de olvidar que Colotlán ubicado en la esfera de influencia de las minas de Zacatecas (descubiertas en 1546) y las minas de Bolaños (descubiertas en 1736) debió de servir a cubrir las necesidades de ellas, con la producción de granos, alimentos, pieles, velas, sebo, madera y otros artículos necesarios para la producción minera, e igualmente el pago por dichos artículos sería en plata, la que con toda seguridad se utilizó para la construcción de viviendas y la elaboración de objetos ornamentales destinados a llenar la vanidad de los colotlenses ricos, objetos tales como los descritos a continuación:

En el libro Fuente y arte del pitiado: Oaxaca y Jalisco, editado por Gobierno del Estado de Jalisco viene la siguiente cita:

"…para honrar a los santos patronos establecidos en cada una de las tres colonias del poblado, por ejemplo en la fiesta de San Luís (se realizaba en dos días), en la que el primer día se sacaba al santo fuera de la población, al siguiente día se ofrecía una comida además de morisma y procesión, en la cual los jóvenes se vestían a la usanza española, con calzones engalanados y chaqueta con banda terciada, y la hacían de moros, ya que llevaban caballos con sillas y estribos repujados de plata amarilla. En cambio en la fiesta de la Purísima del barrio de Tlaxcala era diferente ya que a la virgen se le ponía en medio de un armazón de madera, luego esta recorría lugares en donde a la gente le colgaba a la armazón diferentes artículos entre los que están: pieles, hechuras de plata, animales etc.; todo era para el fin de la fiesta."

Los autores de este libro señalan que el repujado en plata amarilla podría ser el antecedente más antiguo del gusto por adornar dichos artículos de piel.

María del Carmen Velázquez, señala en su libro Colotlán doble frontera contra los bárbaros, que los pueblos de las fronteras hacia 1783-1784, tienen muchas tierras y muy fértiles para el cultivo de semillas, que sus vecinos son principalmente labradores, también criadores de ganado y por último sirvientes en haciendas de campo, plata y minas.

Las primeras noticias sobre la producción de la pita las tenemos en la siguiente cita( Fuente y Artesanía del Pitiado):

"Se considera que 1880 no fue el año en el cual la utilización de fibras duras (Ixtle) se realizó a escala comercial, sino hasta 1905, cuando aumento la producción de fibras en forma apreciable, periodo en el cual la distribución ya era conocida a nivel nacional, e inclusive se dice que en 1898 se exportó por primera vez un furgón de ixtle de palma. (De la vega, 1984)

En 1889 en la exposición de París, se exhibió la fibra de "pita" en el pabellón mexicano, llamando poderosamente la atención por sus excelentes cualidades de finura, color, lustre y resistencia, sobrepasando a todas la demás fibras de la citada exposición (Viera, 1929)

Según datos de el Directorio de la República Mexicana en 1896, existían en Colotlán dos tenerías cuyos propietarios eran: José María Mayorga y Sostenes Loera. Sin embargo no existen indicios que nos aclaren si para esas fechas se utilizaba la pita en la confección de artículos de piel, tal y como lo sugiere la hipótesis de los autores del libro Fuente y arte del Pitiado. La fecha que con certitud citan estos autores para la utilización de la pita sobre piel, es el año de 1927.

En el Libro Historias de Colotlán de los señores; Renato Haro Ortega y Bernardo Carlos Casas, citan que de los 16, 174 mexicanos que pasaron a los Estados Unidos en 1910, 2,801 provenían de Jalisco, principalmente de la región de los Altos y Colotlán. Más adelante señalan que en 1927 existen en Colotlán tres talabarterías, propiedad de los señores: J. Refugio Ortega, Francisco del Real y Nicolás Orozco.

Es importante la cita anterior para señalar que los colotlenses desde principios del siglo XX comienzan a generar redes migratorias hacia el vecino país del norte.

En el año de 1937, Renato Ortega y Bernardo Carlos Casas señalan en su libro que existían 9 tenerías y dos talabarterías, una de ellas de Nicolás Orozco y la otra de J. Cruz Fernández, situación que nos habla de la importancia que tenia la producción ganadera en la región y el proceso de curtimiento de pieles.

Renato Haro Ortega en un artículo titulado "Colotlán en los últimos años" y publicado en la Revista de Estudios Jaliscienses señala que:

En los años 50 la talabartería estaba representada por Nacho Quezada, Toto Galvéz, Cruz Fernández y los hermanos Carrera.

Para ese año la talabartería comienza a tener mayor importancia y a ganar en el gusto de los rancheros, los charros y probablemente los conjuntos de mariachi.

Es indudable que hacia la década de los sesenta ya existe una producción sostenida de artículos piteados y que ya existe una red de vendedores de artículos pitiados y de talabartería en general (muchas veces los productores mismos) quienes transportan sus artículos hasta la ciudad de Guadalajara, México, Tijuana y ciudad Juárez. Dichos comerciantes utilizan las redes de migrantes para acceder a los mercados más lejanos, y probablemente para hacerlos llegar a distintos destinos de la Unión Americana ( Herminio Huizar Sánchez, talabartero)

A finales de los setentas la producción de los artículos pitiados de calidad de los grades artesanos tales como los hermanos Carrera y Nacho Quezada acerca a diferentes artistas y personalidades nacionales al municipio de Colotlán para encargar sus artículos de lujo, tales como fajos, monturas, chaparreras y otros.

" En 1980, el suceso del piteado revoluciona la moda del vestir, trayendo consigo importantes cambios locales en la economía; se comienza a reconocer al municipio de Colotlán, Jal., como origen y desarrollo del piteado. Fuente y Arte del Pitiado

Sin embargo el boom del pitiado puede ubicarse a partir de la segunda mitad de la década de los 80, cuando los fenómenos musicales relacionados con los grupos norteños y de banda quienes utilizan en su vestuario elementos charros y artículos pitiados, fundamentalmente los fajos piteados promocionan dichos artículos y los ponen en el gusto de una población amplia. Es importante señalar que todo este movimiento económico fue posible gracias a la Ley Simpson Rodino, que legalizo a un importante número de mexicanos que residían ilegalmente en los Estados Unidos, así como amplio su capacidad de compra y de movilización internacional. Es importante señalar que el fenómeno de la quebradita, cuyo atuendo le dio auge a la venta de los cinturones pitiados inició en los Estados Unidos y las ciudades fronterizas, tales como Tijuana, San Isidro, San Diego, Mexicali, Calexico y Ciudad Juárez, en donde la confluencia de mexicanos de todas partes de la república mexicana le dio el sello distintivo a este movimiento, propagándose posteriormente hacia la ciudades y pueblos del interior de México y los Estados Unidos.

Este boom de la quebradita disparo la demanda de los cinturones pitiados no solo en Colotlán, sino en todo el país, ante la demanda y los altos precios de los artículos colotlenses comenzaron a surgir copias a lo largo y ancho del territorio nacional, para responder a las demandas locales e incluso externas. La diferencia con esos productos era que no utilizaban los productos originales, en este caso la pita, sino que acudían a otros tipos de fibras locales, de menor calidad, y que el bordado de los trabajos era con mucho inferior al trabajo de los artesanos colotlenses, que tenían una escuela superior. Sin embargo el exceso en la demanda del producto y el desconocimiento de los compradores ocasiono que la calidad de los mismos productos colotlenses bajará drásticamente. Las necesidades del mercado eran cantidad más que calidad. Lo que facilito las cosa a los empresarios locales quienes buscaron mano de obra más barata en los municipios y estado cercanos, llegando incluso a acudir a estados como el de San Luis Potosí, en donde el precio de la mano de obra era más barato.

En la actualidad existen talabarteros que producen bordado en muchos estados del país, sin embargo la diferencia entre ellos y los colotlenses es que aquellos utilizan fibras más groseras, que la pita en sus trabajos, y los colotlenses continúan utilizando la pita proveniente de Oaxaca.

"En octubre de 1991, en una nota publicada en un periódico local de la ciudad de Colotlán, se da a conocer que el Sr. Armando Gaeta Loera, es el principal comerciante en artículos de talabartería, vendiendo un promedio de 600 cintos (suponemos que pitiados) al mes; así como también menciona tener mercado activo en las ciudades de Guadalajara, Ciudad Juárez, México, Culiacán, Michoacán y en el extranjero, principalmente en los Estados Unidos de Norteamérica, específicamente en los Angeles California y San Francisco a donde envía 200 fajos al mes. El señor Gaeta menciona haber enviado muestras en meses anteriores a Francia. Afirma también haber vendido una muestra al Instituto de la Artesanía Jalisciense, quien la enviaría a Tokio, Japón, donde actualmente se exhibe. Finalmente menciona contar con 300 trabajadores distribuidos en la región norte de Jalisco y sur de Zacatecas que realizan los trabajos de artesanía."

En 1997, la población de Colotlán reconoce que las personas que mayor conocimiento tienen sobre el "pitiado" son los señores Raymundo Raigoza, Ignacio Quezada de Luna, Hermanos Carrera (Rito, Lupe y Pedro), hijos de Cruz Fernández el "chico", Chepo del Real, Felipe Quiñones Soriano y Mario Montoya de la Rosa.

"Así también, algunos de ellos coinciden en mencionar que los más antiguos en el oficio fueron los señores: Cruz Fernández "grande", Nicolás Orozco y Amado Nuñez.

A mediados de la década de los noventa la artesanía comenzó a sufrir los estragos de una feroz competencia de artículos de imitación, cuyo bajo costo permitió que se vendieran ventajosamente en todo el país.


BIBLIOGRAFIA

María del Carmen Velázquez, Colotlán doble frontera contra los bárbaros. Universidad Nacional autónoma de México. 1961

Bernardo Carlos Casas y Renato Haro Ortega, Historia de Colotlán, 1991

Renato Haro Ortega, Colotlán en los últimos días, Estudios Jaliscienses # 8, Mayo de 1992. P.p 51-66.

R. San Juan, Et al. Fuente y arte del pitiado. Oaxaca y Jalisco. Gobierno del Estado de Jalisco, Secretaría de Promoción Económica.

D.A. Brading. Mineros y comerciantes en el México Borbónico. (1763-1810) Fondo de Cultura Económica, 1985.