Arquitectura en Colotlán


En el desarrollo arquitectónico de la zona norte de Jalisco se aprecian tres épocas: la fundacional, que abarcaría los primeros cincuenta años de colonización; la etapa intermedia que incluye construcciones del siglo XVIII y que en algunos casos se concluyen hasta los primeros años del siglo siguiente; y la última etapa iniciada hacia 1840 y que concluye en el mediodía del Porfiriato. De la primera son las construcciones franciscanas de las que quedan solamente cimientos y algún arco y uno que otro edificio. Lo más notable que se conserva es la Capilla de San Lorenzo, en el barrio alto o de Tochopa y el adoratorio detrás de lo que fuera la capilla de la Nuestra señora de los Dolores, en el centro o Nueva Tlaxcala, en Colotlán. De la segunda etapa se conservan la iglesia de San Nicolás y la de San Luis Obispo.

La capilla de San Lorenzo fue construida entre 1591 y 1594, con un amplio atrio al frente; en la fachada ostenta su puerta principal y ventan del coro enmarcadas en cantera labrada con formas sencillas, se remata con una espadaña de cantera a manera de campanario. Lo más interesante es su interior, con su techo de vigas transversales que se apoyan en las mensulas de madera; el presbiterio es de planta poligonal con el techo más alto que la nave y con una claraboya que hoy se encuentra tapiada y que iluminaba el altar. El sistema de vigas de soporte del techo conocido como terrado y la iluminación natural del altar fueron muy empleados en las iglesias misionales de la alta pimería de los actuales estados de Sonora, Chihuahua y Nuevo México, por lo que se supone que la capilla de san Lorenzo es un antecedente de la arquitectura misional del norte de México y sur de Estados Unidos. La capilla guarda en la sacristía una de las pinturas religiosas más significativas de la ciudad, es una representación del purgatorio, el cielo y el infierno pintados al óleo. La pintura esta dedicada a la devoción de san Roque y esta fechada en 1824, siendo ilegible la firma del autor; lo singular de esta obra se encuentra en la composición, que conserva las característica de la pintura colonial además de la representación antropomorfa de la santísima Trinidad que estuvo prohibida por la inquisición. Su composición esta dividida en tres planos, el superior es de mayor dimensión y esta ocupado por las referidas imágenes de la Trinidad, además de san José, la virgen, san Francisco y otro santo franciscano.

1 comentario:

Unknown dijo...

Hola buen día, ¿como puedo citar este artículo? ¿autor y año?